Definitivamente, el glamour
de Hollywood va desapareciendo lenta e inexorablemente. Me gustaría pensar que
son imaginaciones mías, pero, por desgracia, la alfombra roja de los premios
Oscar me lo demuestra año tras año.
Atrás quedan ya los vestidos que lucieron desde Marilyn
Monroe a Elizabeth Taylor, pasando por Sophia Loren y Grace Kelly, entre otras.
Pero todavía tengo en mi recuerdo el
reciente Valentino de Anne Hathaway o el maravilloso Pierre Balmain que vistió
Penélope Cruz cuando recogió su premio.
Dejando mi visión nostálgica y clasicista de la moda a un
lado, ciñámonos a la gala que se celebró anoche en Los Ángeles.
En mi lista de las mejor vestidas, os diré que tuve una
seria disyuntiva a la hora de elegir a la que ocupa el primer puesto, pero al
final me decanto por Lupita Nyong’o con su angelical y minimalista vestido de Prada.
Cate Blanchett finalmente se queda en un segundo puesto,
aunque estuvo muy cerca de estar en el primero. Fue de las más elegantes de la
noche con una joya de Armani Privé, aunque debo reconocer que un tanto
excesivo.
Era un secreto a voces que Jennifer Lawrence repetiría en la
alfombra roja con un Dior; pero viendo las pésimas colecciones que ha
presentado la firma últimamente, me ha sorprendido gratamente el diseño rojo
por el que se decantó.
En un cuarto y último puesto, pero no por ello menos
merecido, se encuentra Angelina Jolie. ¿Qué decir de ella? Es una de esas
mujeres que estarían fabulosas hasta en chándal, y no iba a ser menos en un
Elie Saab.
Finalmente, aunque no estén en la lista, hay otras mujeres
que se merecen mi mención especial; es el caso de Sandra Bullock (de Alexander
McQueen), la mujer de Matthew McConaughey, Camila Alves, y la poco conocida
Margot Robbie, con un diseño de Saint Laurent con lazada trasera.
Y para terminar, permitidme que siga soñando con que algún
día esta obra maestra de John Galliano para Christian Dior luzca como se merece
en la alfombra roja de los premios Oscar: